La FP que casi nadie hace con la que podrás ganar 35.000 euros mientras estudias
Con esta FP podrás ganar 35.000 euros mientras sigues estudiando
La toma de decisiones en torno a la formación académica y la elección de una profesión se ha convertido en una tarea cada vez más compleja para los jóvenes. Aspectos como la vocación, el salario promedio y las oportunidades laborales se entrelazan para guiar a los estudiantes hacia el camino que mejor se adapte a sus metas y aspiraciones.
En este contexto, la Formación Profesional (FP) ha ganado protagonismo, emergiendo como una opción valiosa que muchos eligen frente a las tradicionales carreras universitarias. Sin embargo, entre la diversidad de ciclos formativos, algunos destacan por su bajo número de estudiantes, a pesar de ofrecer empleo casi garantizado y sueldos atractivos. Un caso emblemático es la FP de Técnico en Comercialización de Productos Alimentarios, donde la empleabilidad roza el 100%, y los sueldos alcanzan los 35.000 euros anuales.
Los jóvenes cada vez se inclinan más por la Formación Profesional como una alternativa sólida. Las cifras respaldan esta tendencia: la demanda de ciclos formativos ha alcanzado el 42,2%, superando a los graduados universitarios con una demanda del 38,5%. Este cambio de percepción ha transformado a la FP, antes considerada una opción secundaria, en una alternativa de igual estatus, si no superior en términos de oportunidades y compensación salarial. No obstante, aún persisten ciclos formativos que permanecen desconocidos para muchos.
Diferencias estudios universitarios y FP
La elección entre la Formación Profesional (FP) y los estudios universitarios es crucial para el futuro académico y profesional de los jóvenes. La FP se ha diseñado para satisfacer las necesidades inmediatas del mercado laboral en diversos ámbitos y profesiones, mientras que las carreras universitarias están orientadas a la formación de profesionales en áreas específicas de la ciencia, generando beneficios a largo y medio plazo para la sociedad.
Antes de embarcarse en un camino educativo, es esencial comprender las diferencias entre la formación profesional y los estudios universitarios. Algunos aspectos clave que deben considerarse son:
Estas son las consideraciones para estudiar una FP o formación universitaria:
- La FP destaca por la cantidad de salidas laborales, evidenciado por una empleabilidad cercana al 100%.
- Las empresas muestran preferencia por titulados de FP, con una tasa de desempleo del 7,5%, en comparación con graduados universitarios, donde el desempleo alcanza el 37%.
- Los ciclos de FP tienen una duración de dos años, proporcionando una rápida incorporación al mercado laboral.
- Los estudios universitarios varían de cuatro a seis años, siendo una inversión de tiempo considerable.
- La FP se centra en la práctica laboral, mientras que los estudios universitarios tienen un enfoque más teórico.
- La FP busca satisfacer necesidades inmediatas del mercado, mientras que la universidad aporta conocimientos teóricos.
- Ambos modelos comparten docentes titulados universitarios, pero la pedagogía varía. La FP se orienta hacia la práctica, mientras que la universidad se especializa en conocimiento teórico.
- La matrícula para la FP es más accesible, con costos alrededor de 400 euros. En cambio, las matrículas universitarias varían entre 3.000 y 8.000 euros.
- El salario medio de técnicos de FP ronda los 15.000 euros anuales, mientras que los graduados universitarios pueden superar los 20.000 euros. Las medias pueden variar según la experiencia y especialización.
- En FP, las prácticas son esenciales para obtener el título, con alrededor de 370 a 1.200 horas en ciclos de FP Dual. En la universidad, las prácticas son extracurriculares y no están garantizadas.
- Acceder a un ciclo de FP es más sencillo, generalmente requiriendo la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o bachillerato.
- Para la universidad, se necesita aprobar la Evaluación para Acceso a la Universidad (EvAU) con una nota superior.
- Ambas formaciones permiten continuar con otros estudios. La FP superior abre la puerta a más ciclos o a la universidad. Los universitarios pueden optar por otra carrera, máster o doctorado.
En última instancia, no hay una respuesta definitiva sobre cuál es mejor entre FP y universidad. La elección dependerá de los objetivos individuales y la comprensión de ambas opciones. La información proporcionada aquí es esencial para tomar decisiones informadas sobre la formación y el futuro.
FP con salario de 35.000 euros
Uno de esos casos es la FP con gran salida profesional y poca demanda es la de Técnico en Comercialización de Productos Alimentarios. A pesar de ofrecer salarios sustancialmente superiores a la media y una inserción laboral cercana al 100%, sigue siendo un estudio poco conocido para la mayoría de los jóvenes.
Este ciclo formativo prepara a los estudiantes para roles como responsables de establecimientos alimentarios, gestores de comercio, asesores y vendedores de diversos productos. Además, capacita en el análisis de viabilidad técnica, económica y financiera para establecer y gestionar pequeños establecimientos comerciales de alimentos. Los graduados también pueden desempeñar funciones de supervisión, estableciendo protocolos y estrategias para impulsar las ventas y fidelizar a los clientes.
En términos salariales, los técnicos en Comercialización de Productos Alimentarios pueden esperar ganar entre 23.000€ euros y 35.000 euros brutos al año. No obstante, es crucial considerar que la experiencia, la especialización y la ubicación geográfica pueden influir en esta cifra.
Otras FP, como la de Técnico de Óptica de Anteojería, con un 88% de inserción laboral y un tercio de los puestos sin cubrir; o el Grado Superior de Mecatrónica Industrial, con una demanda de graduados por parte de las empresas del 78% y más de cincuenta vacantes, también destacan por su bajo número de alumnos.
La baja participación en estos ciclos puede atribuirse a diversas razones, siendo la falta de conocimiento la más significativa. Muchas personas desconocen la existencia de estos estudios y las oportunidades profesionales que brindan. Además, existe la percepción errónea de que estos grados ofrecen menos salidas laborales, lo que lleva a muchos estudiantes a optar por otras opciones.